Rosario, 8 de noviembre de 2013.
Carta de preceptores a los alumnos del Poli…a nuestros alumnos
Hemos pasado la última semana de clases y mucho de lo ocurrido en estos días fue muy triste. Habrá quienes festejaron sin agredir a los otros ni a la propia escuela, pero lamentablemente muchos, demasiados, siguen creyendo que la forma de celebrar es haciendo daño. Hacen daño sin prever el peligro al que se exponen a sí mismos y a los otros, de hecho este año un compañero sufrió quemaduras. Dañan nuestros oídos (y los de todos) con las bombas de estruendo, dañan ojos y gargantas con las bombas de humo, dañan paredes, cestos, puertas…dañan el ánimo de quienes estamos con ustedes cada día, durante todo el año.
Y los preceptores ESTAMOS, no sólo les tomamos asistencia, exigimos ciertos horarios, permitimos o no ciertos comportamientos. También ESTAMOS cuando tienen dificultad con algún docente, estamos para resolver qué podemos hacer en las horas libres, estamos cuando se lastiman o necesitan asistencia médica…estamos, escuchamos, comprendemos, hacemos mucho más que tomar asistencia. Son tantos momentos en los que estamos con ustedes durante el año que es una pena terminarlo de este modo. Es una lástima que después de compartir un año de trabajo con ustedes tengamos que terminar así, enfrentados. Enfrentados porque las condiciones de riesgo que se generan nos obligan a tomar las medidas necesarias para minimizar el peligro al que quedamos todos expuestos.
Ahora ya está, ya pasó y este año terminó así. Ojalá el año que viene seamos capaces, TODOS, de pasar un fin de año donde los festejos sean respetándonos, cuidándonos. Ojalá el año que viene podamos festejar todos.